18 febrero 2007

Crónica del encuentro Palabrando

Berónica Palacios Rojas

El primer Encuentro de escritores titulado Palabrando se pudo llevar acabo gracias al enorme esfuerzo del escritor Arbey Rivera y al contacto del entrañable Víctor Manuel Vázquez, además del grupo Magresal integrado por Arbey Rivera, Roberto Rico, Concepción Avendaño y Estuardo Álvarez, y sin faltar la espléndida presencia del escritor Oscar Palacios y su desinteresada ayuda. El Encuentro inició el primero y concluyó el tres de febrero en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Este Evento no sólo congregó a escritores de Tabasco, Yucatán, Guatemala, Jalisco, Oaxaca y San Cristóbal y Escuintla, Chiapas, sino que también, fue punto de encuentro donde cada uno de nosotros reconocimos a un amigo en las causalidades caprichosas de la vida, nos encontramos a nosotros mismos y disfrutamos de un paisaje de ensueño.
El primero de febrero llegamos a San Cristóbal y La Pera restaurante Bar, lugar donde los artistas plásticos pueden exponer su obra, donde se difunde la lectura y es punto de reunión y se reconocen amigas entrañables de otras vidas –eso lo descubrí al segundo día de estar allí, y retomaré más adelante- generosamente nos abrió sus puertas y sació nuestra hambre.
Pero, vayámonos por partes, cuando llegué al hotel El Parador Mexicanos me presentaron a Melba Alfaro, madrina de generación en un diplomado que llevó acabo la maestra Patricia Medina en Guadalajara, también conocí a Lorenzo Morales y Armando Pacheco.
En el café Tierra Adentro el lugar había arte –pinturas hechas por indígenas-, libros y artesanía allí se llevó la inauguración que fue aproximadamente a las ocho de la noche, y se hizo la presentación por orden alfabético de los escritores visitantes por el Maestro Roberto Rico, moderador de la mesa, le tocó en primera instancia a la madrina Melba Alfaro, y después continuamos Morales, Pacheco, Palacios, Vázquez y así, en el último minuto llegó desde la tierra tapatía, Peñaloza para leer un poema express que hizo durante el vuelo. Después de que cada uno presentamos a nuestros hijos de la escritura El Café nos ofreció una suculenta cena
Viernes 2 de febrero fue un día increíblemente maratónico (de los encuentros a los que he asistido nunca me había tocado correr tanto) fuimos a desayunar y disfrutar del folclor del mercado, porque la cita era a las 10:00 a. m. en la Universidad Mesoamericana, donde los poetas Armando Pacheco, Víctor Manuel Vázquez, Lorenzo Morales, Octavio Peñaloza y una servidora dimos nuestras poemas a esos jóvenes; por su parte, la maestra Melba Alfaro nos ilustró sobre la literatura en Yucatán, cómo ha evolucionado a través de los años y cómo de alguna u otra manera la literatura en su terruño se vincula mucho con la política, nos habló del despertar de la mujer y que las únicas escritoras que existían en 1971 eran maestras o estudiaron derecho, claro (y ésta es una observación jalisquilla) sin descartar a las esposas de políticos. Tabasco, Yucatán y Jalisco leímos algo de nuestra obra, el moderador de esa mesa fue Arbey Rivera.
Correr sin cansarse, tomar aliento en cada esquina y subirse al vehículo de la poesía; en este recorrido nos acompañó un amigo chileno, buen crítico. Esa fue nuestra ruta para visitar al pueblo llamado Zinacantan y, en cuanto llegamos una niña nos abordó y nos invitó a su casa a ver tejer un telar, a ver cómo se hace el aguardiente de maíz llamado posh, y admirar la ropa bordada que hacen. Caminamos disfrutando del paisaje, nos topamos con un par de fiestas con baile y globos a fuera de las casas. Al llegar, la prueba del posh de canela; también nos ofrecieron dejarnos por unos trajes típicos para tomarnos fotos y allí estuvimos posando para las diferentes cámaras. Al final todos íbamos contentos ya que nos habían ofrecido tortillas calientitas con requesón y pepitas asadas molidas en el mocajete, y llevábamos posh para el camino. La decisión de ir a San Juan Chamula se tomó en un parpadeo. Al llegar a este lugar la energía que percibí fue tan intensa que me desinfló por completo. Entramos al templo en donde había santos menores y santos mayores, todos absolutamente eran mártires, bueno, mi madrina, Melba Alfaro hizo la observación de que sólo San José el carpintero estaba sonriente y que con seguridad la imagen era modelo de algún español religioso.
Para las cuatro de la tarde tendríamos que estar en la Universidad intercultural de Chiapas, edificio precioso pero que aún no está terminado; curiosamente cada edificio tenía inscrito un concepto en lengua indígena con su respectiva traducción por ejemplo: Yach’ilbe (Camino nuevo) en lengua Tseltal; Muisokyuy (Sabiduría) en lengua Zoque; Chi’il (compañero) en lengua Sin olvidar claro, que éstas son lenguas de Chiapas

Los salones estaban vacíos, la gente estaba ausente pero sólo fue cuestión de diez minutos pues el auditorio de La Universidad Intercultural, primera etapa, se llenó de jóvenes ávidos y sensibles a las letras de los estados invitados, además de Escuintla y San Cristóbal, en donde se anexaba al contingente una chica de Oaxaca. Dos veces he estado en ese trozo de paraíso y en las experiencias he podido visualizar la grandeza que posee esta gente por el respecto demostrado, que es invaluable. Además, sin cohibiciones se acercaron con los expositores a preguntar, a compartir o bien, a pedirles uno u otro poema, este es el momento en donde radica para mí, la humildad y el atrevimiento que no todos tienen y no todos tenemos. Allí conocí a Betzabée, quien es de origen chileno con un magnífico sentido crítico, su acento tan especial y un corazón enorme, la reconocí como amiga desde la primera charla. Ciertamente recuerdo el sueño de mi maestro Conrado Contreras, doctor en Filología, docente en la UdG, quien decía que hacía falta una Universidad Intercultural en México, en este lugar se dan clases para no perder las diferentes lenguas que se practican en Chiapas como la zoque, tsotsil, tseltal, tojoabal y ch’ol. Las lecturas de los compañeros Arbey Rivera, Octavio Peñaloza y Melba Alfaro fueron muy exitosas, al final hasta les pidieron autógrafos y poemas.
Era tanta la adrenalina que traíamos revoloteando entre los versos que los muchachos contagiados de todo esto quería más poesía, todos estaban callados y atentos como sólo por esos lugares se puede vislumbrar entonces, no sabíamos si irnos o quedarnos pero Arbey como el Papá Noel, era el más cuerdo y sensato no arrastró y dijo ¡¡ya tenemos que irnos!! el compromiso, hay que estar puntuales, sin embargo mientras llegaban los los pocos espectadores tratamos de entonarnos un poco con el posh. De allí nos llevaron a Foro Cultural Kinoki que se encuentra en la Esquina primero de Marzo y 5 de mayo donde leyeron Diana Ivone Martínez de San Critóbal allí constaté que en Chiapas hay una poesía palpitante, fresca, trabajada dice Ivonne “me duele el mundo debajo de su costilla”, además hay un ritmo constante en los poetas chiapanecos que escuché. Lorenzo Morales nos deleitó con una poesía trabajada y con arduo sentimiento; por su parte el compañero Armando Pacheco hizo la presentación de la revista literaria Navegaciones Zur, de Yucatán el moderador fue Roberto Rico. Beto, el dueño de Kinoki gentilmente nos ofreció el espacio y una rica cena.

La Pera, ubicada en María Adelina Flores # 23 nos volvía a recibir con los brazos abiertos se dio la lectura de Armando Sánchez, Sllennii de Oaxaca, Víctor Avendaño, Víctor Manuel Vázquez, Octavio Peñaloza y una servidora que primero leí mis poemas y después presenté la revista, abriendo la invitación para todos aquellos que quisieran colaborar en ella. (Retomo lo mencionado en el segundo párrafo) Reconocí a Nancy, Melissa, Fernanda, e Ivonne como amigas de otras vidas, de otros tiempos y brindamos por el éxito obtenido, -como era una mesa de puras mujeres-, brindamos por ellos aunque no paguen, y entre choques de botellas con oro burbujeante brindamos también por el bendito posh, por Chiapas y San Cristóbal que es un pedazo de paraíso. Nosotros los escritores fuimos versos que se unieron a un excelso poema que fue el Encuentro Palabrando
De allí al hotel y alistarnos para la parranda nos fuimos a bailar y emborrachar terminamos en tierra adentro. Algo pasó en el aire y los versos se pusieron furiosos en contra de clima entonces, llegamos al hotel y platicamos hasta las siete de la mañana.
El sábado 3 de febrero estuvimos en la cafetería del Carmen a las diez y media después de las lecturas de Arbey Rivera, Roberto Rico, Eduardo Hidalgo, Gustavo Ruiz se hizo la proyección del video sobre el poeta Joaquín Vázquez Aguilar. Gracias a Víctor M. Vázquez y el contacto Arbey pudimos llegar a ese pueblo mágico, San Cristóbal de las Casas. Y conocimos a Joaquín nos dimos cuenta cuáles eran sus temas de inspiración y apreciamos que nos compartieran este tesoro, este poeta y su inmenso valor humano A Joaquín le gustaba ser sencillo, le encantaba el mar y su pueblo de Cabeza de Toro. Él vivió su poesía y nos dejó un legado que hay que explotar. El escritor Oscar Palacios, mi primo nos invitó a comer a su casa, donde había de todo lo que se pudiera beber, sin faltar el posh y el comiteco y la comida un manjar; además, su cabaña de ensueño es como la casa de Blanca Nieves, o de la poetisa durmiente, que sé yo, tiene un encanto especial y los poetas opinaron que era como la Isla Negra y Oscar como Pablo Neruda. De allí nos invitó a hacer un poema para ponerlos en los árboles.
Al día siguiente nos fuimos a Chiapa de Corzo para visitar el imponente Cañón del Sumidero, que fue decretado Parque Nacional el 4 de diciembre de 1980, ubicado al noroeste de Tuxtla Gutiérrez, tiene una altura aproximada de 1000 metros nosotros lo admiramos y nos maravillamos de su imponente belleza por lancha. El instructor al pasar por el paisaje que refleja el escudo de Chiapas nos habló de la decisión de los chiapanecos de suicidarse aventarse desde la altura más grande antes de ser conquistados por los españoles. El recorrido fue en lancha por el río Grijalva con su verdor a flor de piel vimos los cocodrilos, la playa de los zopilotes y los changos araña. Pero no sólo era fauna sino que vimos los caprichos de la naturaleza en el bello árbol de navidad, la cueva en donde había colores naturales como el rosa mexicano, el verde y el blanco; la cueva en donde estaba un caballito de mar.


Nubes que me nublan los ojos y ellos enjugan un poema en el paisaje. Vuelo a casa, ahora si puedo presumir que volé y que ¡Soy mariposa!

El generoso Arbey me regaló una plaqueta titulada Aves de Joaquín iba en el vuelo, asiento de ventanilla y todo el pedazo de paisaje que veía era envuelto por una espesa cortina de nubes, y nubes formando selvas, volcanes, rostros, animales tantas cosas y más nubes, más paisajes que se veía por la ventana, y yo suspirando, y recordando y riendo a solas y escribiendo y leyendo Correo al cielo de Adolfo Ruiseñor, entonces mis lágrimas salían presurosas recordando el video, a su gente, a su mar, a su vida, (sin importarme el compañero de al lado) pude experimentar el dolor que sintió Ruiseñor al cantarle a la memoria de su amigo, de un gran poeta.


La vida nos muestra diferentes facetas de ella misma de nosotros mismos inclusive, de nuestro entorno de lo que podemos o somos capaces de hacer en esta vida llena de miasmas que corren y recorren cada uno de nuestro pasos de nuestros versos impregnados de palabras vacías o embriagadas de contenido o silencio que a su vez endiabladamente mentiroso quiero mandar un afectuoso amén a todos los hermanos que reconocí en este peregrinaje en esta misión que no fue casualidad sino causalidad en el instante mismo de la vida.
Lo digo de otra manera, así como los hilos se unen para formar una carpeta, un bordado, un telar estuvimos los que debimos estar, los que unió la causalidad caprichosa de la vida en esa tierra mágica. Los quiero mucho a todos y cada uno de ustedes, me dejaron parte de su poesía.
Madrina, me dejó parte de su generosidad y experiencia, la reconocí como lider nato desde el primer momento en que la reencontré.
Lorenzo, tercer esposo, tu alma transparente y golpeada te ha ayudado a volcar y trasmitir ese dolor a través de tu poesía, felicidades por eso, y por tu vida, eres un amor.
Pacheco cuarto esposo, tu poesía estilizada es bella e intelectual, y aunque yo tenga otra percepción de poesía que es: Vivencia, conocimiento, y pasión me gustó compartir este encuentro contigo.
Peñaloza, tu euforia, tu atrevimiento y decisión son claro ejemplo de juventud, de logros de éxito, yo sé que conforme vayas por este mundo de encuentros, de escritores y poemas te reconocerás el aprendizaje de la literatura será más fortuito.
Víctor sin tu contacto no hubiera sido posible conocer este rinconcito del cielo, Gracias amigo y segundo esposo por compartir tus letras tan sentimentales, tu poesía impregnada de llanto, es bellísima; Bien trabajada, no cae en pura descripción sino que hay una estructura, hay un conocimiento y disciplina, gracias por mostrar tu alma tan hermosa y sentimental, con amor beropa…
Arbey tus poemas son intelectuales, con ritmo e imágenes y, en donde no te puedes desprender de tu raíz de la tierra que te llama y de tu nostalgia tan sentida, invocas a la soledad en horas azules, te sumerges en los libros y un pasado melancólico, piensas mucho y escribes poco, a pesar de tu carrera, eres parte de las letras, de la poesía y formas parte de este poema, Palabrando, mi respeto y admiración por lo que hiciste posible, gracias.
Con todo mi amor beropa…

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