Fue el jueves 2 de febrero de 2012 cuando se presentó oficialmente el libro Mis días robados, emotivas memorias de doña Isaura López, fallecida recientemente, escritas por Arturo García Torres. El evento se efectuó en el Centro Cultural González Gallo, sitio que albegara en otro tiempo la estación de ferrocarril de Chapala, Jalisco, y que hoy se ha convertido en un dinámico espacio de formación para las artes en ese municipio.
Javier Raygoza, director de Página que si se lee, dio la bienvenida a una cuarentena de asistentes, entre los que se encontraban familiares del autor, amigos y amantes de la literatura, incluidos algunos interesados que viajaron desde Guadalajara para este evento. Lamentó que Arturo García no pudiera estar presente, pues vive en Estados Unidos, pero “está entusiasmado por el nacimiento de este libro”, el cual ya había sido publicado en entregas en Pagina que sí se lee.
Dante Alejandro Velázquez comentó el proceso de edición del libro y Berónica Palacios dio un panorama sobre el contenido, manifestando que se trata de una historia de vida escrita con profundo cuidado, la cual mantiene cautivo al lector de principio a fin. Luego leyó un fragmento de la obra, que fue seguido con atención por todos.
Como regalo a los asistentes, Javier Raygoza improvisó al piano un pieza que tituló “Mis días robados”, con la cual se encendió la atmósfera aún más y fue un homenaje a doña Isaura, quien llegó a conocer el libro antes de fallecer.
Posteriormente se abrió una sesión de comentarios del público. Coincidieron algunas voces en que el libro no solo es la historia de doña Isaura, sino de una época en la vida de Chapala que bien vale la pena ser tomada como texto obligado para quienes desean acercarse al espíritu de la ribera.
El Gobierno Municipal y la Lic. María Elena Ramírez Aguilar, directora del Centro Cultural, ofrecieron un brindis para cerrar esa noche de Candelaria y dormir con un buen sabor de boca. Enhorabuena a Arturo García y a Mis días robados por darle luz a la palabra.
Javier Raygoza, director de Página que si se lee, dio la bienvenida a una cuarentena de asistentes, entre los que se encontraban familiares del autor, amigos y amantes de la literatura, incluidos algunos interesados que viajaron desde Guadalajara para este evento. Lamentó que Arturo García no pudiera estar presente, pues vive en Estados Unidos, pero “está entusiasmado por el nacimiento de este libro”, el cual ya había sido publicado en entregas en Pagina que sí se lee.
Dante Alejandro Velázquez comentó el proceso de edición del libro y Berónica Palacios dio un panorama sobre el contenido, manifestando que se trata de una historia de vida escrita con profundo cuidado, la cual mantiene cautivo al lector de principio a fin. Luego leyó un fragmento de la obra, que fue seguido con atención por todos.
Como regalo a los asistentes, Javier Raygoza improvisó al piano un pieza que tituló “Mis días robados”, con la cual se encendió la atmósfera aún más y fue un homenaje a doña Isaura, quien llegó a conocer el libro antes de fallecer.
Posteriormente se abrió una sesión de comentarios del público. Coincidieron algunas voces en que el libro no solo es la historia de doña Isaura, sino de una época en la vida de Chapala que bien vale la pena ser tomada como texto obligado para quienes desean acercarse al espíritu de la ribera.
El Gobierno Municipal y la Lic. María Elena Ramírez Aguilar, directora del Centro Cultural, ofrecieron un brindis para cerrar esa noche de Candelaria y dormir con un buen sabor de boca. Enhorabuena a Arturo García y a Mis días robados por darle luz a la palabra.
1 comentario:
Rincón Literario
Título : Mis días Robados. Memorias
Autor:Arturo García Torres
Nacionalidad: Mexicana (residente en Colorado, USA)
Número de páginas:120
¿Recomendable? Es un libro entretenido y con buen estilo (para jóvenes y adultos).
El libro trata de la vida de una niña nacida en el S.XX en una zona rural de México cerca del Lago Chapala. Isaura, después de haber sido abandonada por su padre y prácticamente por su madre; aunque nunca la abandonó físicamente, pero sin ser capaz de reponerse al abandono del marido y sin ganas de luchar por sus hijos, dejó que esta niña de tan sólo 8 años y su hermanito -un año mayor que ella- fueran los que buscaran el sustento para el resto de la familia (7 niños, de los cuales 3 murieron de hambre). Sus padres nunca le dieron la oportunidad de ir a la escuela (su gran sueño), pero a pesar de ello, sin saber leer ni escribir, logró salir adelante, casarse con un buen hombre y llegar a ser dueña de un restaurante y una isla. Lo paradójico de esta historia es que ella sin tener recursos, analfabeta y sin moverse de su pueblo fue exitosa en su tierra. Algunos de sus hijos habían emigrado a los Estados Unidos buscando un bienestar económico, pero al enterarse de que su abuela estaba levantando un negocio propio, deciden volver para ayudarla. Una mujer que muere a los 83 años de cáncer, la única lucha que pierde en su vida. Pero rodeada de hijos, nietos, bisnietos y su único tataranieto... y con la alegría de ver plasmada su vida en este libro, logrado por su nieto Arturo. Muy bien logrado, por cierto. El libro, además de tener la cualidad de ser veraz, también incluye fotos de la localidad, la familia y los lugareños; lo que hace de ello un libro bastante testimonial. Se mezclan relatos del presente con “flashback”, se entrelazan capítulos. Un relato ligero de leer, donde se presenta la miseria en toda su extensión, donde se refleja la irresponsabilidad paternal, un hombre que abandona a su esposa con 7 hijos para irse con su amante; un hombre que una vez que también ha sido abandonado vuelve a buscarla a ella y a sus hijos para llevarlos a otro lugar y explotarlos; y que sin ningún miramiento les miente y nuevamente los abandona. Muestra el egoísmo de ciertos hombres, con una extraña moral y sin remordimientos por lo que dejan atrás. Digo “extraña moral” porque al descubrir que dos de sus hijos recogen algo que no les pertenece, los castiga, a uno golpeándolo y atándolo a un árbol y al otro imponiéndole la limpieza de la casa; sin embargo, él es capaz de robarle la infancia a sus propios hijos. Como bien dice la protagonista, cito textual: “Hay gente que deja huella y hay otros que dejan mella. Mi papá no dejó nada”. Es muy triste ver que un hijo se exprese así de su padre, pero francamente Isaura tenía razón y el mejor castigo para este hombre es que pasó por la vida de sus hijos como un fantasma. En cambio, ella caló tan profundo en su familia que uno de sus nietos consideró que su vida merecía ser contada para el deleito de todos nosotros, los lectores de estas memorias, quienes absorbimos un pedacito de Jalisco.
Análisis literario por: Ximena Thurman. Columnista del Rincón Literario, publicado en la sección "Arte y Cultura" del periódico El Comercio de Colorado (Denver, Colorado-USA- Enero 24 del 2013.-
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